¿Y en la Argentina, para cuándo?

SUECIA, PRIMER PAÍS QUE SANCIONA A QUIENES PAGAN POR SEXO

Suecia fue el primer país, allá en 1999, en sancionar a las personas que pagan por sexo.

La medida cambió el eje de cómo mirar la problemática: en vez de sancionar a quien ejerce la prostitución, como lo hace Estados Unidos, la mirada se puso en el cliente. Cabe aclarar que en Suecia, al igual que en Argentina, no se sanciona a las meretrices. Según el diario español El País , la prostitución callejera se redujo de manera muy importante en Suecia. Y la cantidad de detenidos por pagar por sexo llegaba a alrededor de cuatro mil clientes en 2011.

A pesar de que la pena máxima es de un año de prisión (al comienzo era de seis meses) los clientes-delincuentes no suelen cumplir la condena tras las rejas: pagan una multa para obviarla. Nueve años después de la ley sueca, Noruega replicó la iniciativa. Y fue más allá: no sólo va contra el cliente que compra sexo en el país, sino también contra los noruegos que lo hacen en el extranjero.

La norma se comenzó a aplicar con un escándalo: un diputado noruego, Bard Hoksrud, tuvo que desembolsar una multa de unos cuatro mil dólares por haber pagado por sexo.

Según diferentes estadísticas, la mayoría de la sociedad, tanto la noruega como la sueca, apoyan las medidas. Es más, el gobierno sueco considera que el consumo de sexo pago bajó. Sin embargo, los detractores aseguran que la prostitución ahora se ejerza con mayor clandestinidad y que las meretrices se trasladaron de la calles a las redes sociales.

Iniciativas similares se han aprobado en Finlandia e Islandia, y algunas zonas de España. Una política opuesta tiene Holanda. Allí, la prostitución se regula como un trabajo, las mujeres necesitan una licencia, los clubes pagan impuestos y necesitan permisos. Los críticos de este modelo aseguran que se fomenta el negocio de la prostitución, de las mafias y de la explotación sexual.


Ahora mi opinión personal al respecto: muy buena medida, aunque a las prostitutas también deberían sancionarlas, salvo que sean víctimas de trata. Lo que hacen en Holanda es un despropósito ya que la prostitución no es un trabajo. El trabajo dignifica, y la prostitución, lejos de dignificar, desvaloriza a ambas partes: a quien la ejerce por reducirse a un simple objeto cuando merece algo mejor, y a quien la consume pues deja en evidencia que es un loser que no sabe levantarse una mina con quien tener sexo gratis.

Leí que hace pocos días se empezó a tratar una ley similar en nuestro país, y ojalá que se apruebe, a ver si así se termina de una vez por todas la inmoralidad, la trata de personas, la epidemia de ETS, los hombres casados que teniendo una esposa a quien respetar contratan prostitutas (y con ello las mujeres casadas infectadas de HIV por sus propios maridos) y sobre todo la vergüenza. Lamentablemente vivimos en un mundo en el que la gente no hace lo correcto si no le amenazan con tocarle el bolsillo.