lunes, 8 de julio de 2013

El cliente siempre tiene la razón... mientras no vaya en una bici plegable

Somos diariamente testigos de cómo hay gente que parece insistir en no "aggiornarse" a los tiempos que vivimos, a los cambios que se van dando.

Uno de esos cambios es la proliferación de bicicletas en la ciudad de Buenos Aires, y sobre todo, de bicicletas plegables, que convengamos hace décadas que existen, pero ahora hay a raudales. Al que no me crea, lo invito a observar una bicisenda (sugiero la de Libertador que es bien transitada) durante una o dos horas, y a contar las bicis plegables que vea pasar.

La idea de tener una de estas bicis es poder guardarla en casa sin tener que preocuparse por el espacio, y poder entrar con ella a cualquier lugar sin tener que estacionarla en la calle arriesgándose con ello a un robo.

Sin embargo aún hay lugares que se resisten a este cambio. A Dios gracias sólo fueron dos veces, pero esas dos veces, intentando hacer una compra, la primera vez en un maxikiosco y la segunda en el parador de un ESSO Servicentro, me han frenado en seco, en mi intento por ingresar con mi bicicleta prolijamente plegada y la mayor delicadeza posible.

- "No se puede entrar con la bicicleta acá" dijo la del maxikiosco con terrible cara de traste. Doña, si trata así a los clientes no va a vender ni agua en el desierto.

- "Te pido por favor la bicicleta afuera" dijo la del parador. Flaca, esta bici sale cara, y si me la roban vos no te vas a hacer responsable, ¿no?

Hay puntos que esta gente "anti bici" debería entender:

  • Uno se compra una bici plegable, entre otras cosas para NO tener que dejarla afuera.
  • Las bicis plegables son más caras que las normales, y más llamativas, lo cual las convierte en más robables.
  • Si me roban la bici, el comerciante que me dijo que la dejara afuera, no me va a comprar una bici nueva.
  • Una bici plegable, dobladita ocupa el mismo lugar que una valija. Sin embargo si alguno entra con una valija no se la hacen dejar afuera.
  • Si el pretexto es que la bici ensucia, con ese criterio deberíamos entrar al negocio descalzos, ya que las suelas de los zapatos también levantan mugre.
  • Es una bici, no es un perro que puede tirársele encima a alguien, ladrar, romper cosas, hacer sus necesidades adentro... la bici es un objeto inanimado que no hace ruido y que va a donde uno la lleva, y si el portador de la bici es cuidadoso, no tiene por qué ensuciar ni romper nada; y convengamos que una persona que entra como elefante en cacharrería puede romper algo aunque no lleve una bici.
  • Cada vez hay más bicis plegables, así que no solamente me pierden a mí como clienta, perderán también muchos otros clientes.
  • Hay que ser un poco más solidario con la gente y entender a esa pobre persona que se compró la bici con mucho esfuerzo (como se compra todo hoy en día) y que no quiere arriesgarse a que se la lleve un "amigo de lo ajeno", porque es fácil decir "la bicicleta afuera", total no es tuya, ¿no?
En síntesis... Comerciantes, mi bici entra conmigo y eso no se discute. Sin bici adentro, no hay compra.

2 comentarios:

  1. Muchos puntos en tu opinión. En la del comerciante, uno solo, y encima reglado por la norma: Derecho de admisión. Desde ese momento todo lo que digas se convierte en una toneladas de Bla, Bla, Bla.

    La interacción que exista entre quienes como vos, llevan una bici plegable, con el resto de su cotidianeidad les ira "creando" espacios, hasta que, si son tantas como decis, se crearan los espacios adecuados para ello, para su guarda...

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  2. Derecho de admisión las pel... ucas. Con el derecho de admisión me limpio las manos después de cocinar. Esa norma es correcta para cuando entra al local un individuo con mala presencia, sucio, drogado, borracho, o con conductas violentas, que puede causar daños materiales al local o daños físicos a alguna persona que esté en el lugar, pero ¿a una persona con una bici que bien dobladita y llevada con cuidado no molesta a nadie? No tiene sentido. Que no te dejen entrar con un perro, lo entiendo porque el perro tiene vida propia, y puede ladrar, romper algo, morder a alguien, hacer sus necesidades adentro del lugar, etc... pero la bici es una bici, no un perro. Y no se justifica que no la dejen entrar, y si a pedido tuyo la dejo afuera y me la roban, yo te hago a VOS responsable. Así que lo que yo digo, ningún bla bla bla. Además yo soy quien va a dejar dinero en tu negocio, el cual existe gracias a gente que, como YO, va a comprar, así que me dejás entrar con la bici y te callás la boca. O si no, no sólo no te compro, sino que además hago correr la voz de que en tu negocio tratan mal a la gente.

    Son realmente muchas. Como dije en la nota misma, te invito a, un día que el clima lo permita, instalarte con una sillita o lo que quieras frente a una ciclovía, de preferencia la de Libertador que es muy transitada, y contar las bicis plegables que veas pasar. Te vas a llevar flor de sorpresa cuando veas cuántas son.

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